La CORTE
no CORTA
Hace unos días se conoció la resolución de la Corte Internacional de Justicia de La Haya respecto a la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel por el delito de genocidio contra el pueblo palestino. Entre varios otros puntos, hay al menos dos que suenan bonito: se declaran competentes (un alivio) y sostiene que Israel debe permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza (¡Era que no!)... El resto parece basura y probablemente lo sea:
Ordena a Israel que tome todas las medidas posibles para prevenir el genocidio en Gaza, como si éste no fuera un hecho, absolutamente mensurable, que lleva ya ciento y tantos días ocurriendo. También dice que Israel debe “prevenir y castigar casos de incitación directa al genocidio”, como una forma de evitar —imagino— que fanáticos políticos y religiosos sigan proponiendo soluciones nucleares y citando frases de la Torá para justificar la matanza de mujeres y niños. Finalmente, otorga a Israel 30 días de plazo para informar a la Corte sobre lo hecho al respecto de estas resoluciones.
No afirmar claramente que los ataques contra el pueblo palestino constituyen un genocidio, y el no haber ordenado un inmediato cese del fuego, como sí hizo en Ucrania, suena como un chipe libre de un mes, prorrogable, para que los sionistas sigan haciendo de las suyas... Que ya veremos después como sigue la cosa*... Pero no es de esto de lo que quiero hablar.
Con todo, y no obstante que la Corte no va más allá de considerar que se trata de hechos “plausibles" (que tendrán que ser investigados y demostrados en los largos plazos ya conocidos para los tribunales mientras el genocidio pueda continuar), su mera mención sí constituye un reconocimiento, al menos de ciertas cifras, ligadas a fuentes que el tribunal considera confiables, tales como:
25.700 muertes palestinas;
más de 63.000 heridos;
360.000 viviendas destruidas o dañadas, y 1,7 millones de desplazados internos.
Además, una misión de la OMS afirma que el 93% de la población al norte de Gaza enfrenta una crisis de hambre: uno de cada cuatro hogares está en condiciones catastróficas por la falta de alimentos. Lapidariamente, afirman: “El hambre, la indigencia y la muerte son evidentes".
También se menciona la retórica claramente genocida y deshumanizadora empleada por las autoridades israelíes.
Otras organizaciones de la ONU consideran la situación como el mayor desplazamiento del pueblo palestino desde el año 1948, pues la actual invasión afecta “literalmente a toda la población de Gaza”.
A la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. ONU, 1948. (Es corta y puede ser de utilidad). | A la información entregada por la ONU sobre la resolución de la Corte (lo más oficial que pude encontrar). | Al artículo Gaza, 365 km2 reducidos a escombros: los mapas de la destrucción... (relacionado con el mapa del costado) |
Un CUENTO de
NUNCA ACABAR
Pero ya sabemos que a la entidad sionista, como la llaman los palestinos que no transan con ella, le importan un bledo las resoluciones de la comunidad internacional representada por diversas instancias de la ONU**, de modo que podemos comenzar a especular sobre qué hará Israel con esta nueva resolución de la Corte, especialmente en un contexto de apoyo político, económico, militar y mediático mayoritario de los imperialistas yanquis y europeos, con una que otra demarcación huacha que no ha pasado de la amonestación cariñosa ante el retoño que la está embarrando... Pero tampoco es de ello de lo que quisiera hablar.
Ni mencionar siquiera que no se trata de un conflicto entre judíos y palestinos, que han demostrado ser capaces de vivir juntos en armonía mientras no aparezcan aquellos que creen que los palestinos no tienen derechos sobre su propia tierra y merezcan que les sean usurpadas, ser expulsados de las mismas y sufrir por la destrucción de sus propias casas***, asunto que comenzó en 1948 durante la “Nabka” (la catástrofe), cuando más de 700 mil palestinos fueron expulsados de sus tierras tras la fundación del Estado de Israel.
Desde antes de que los británicos se retiraron de lo que era su mandato de Palestina, los judíos sionistas se dedicaron a acciones terroristas contra ingleses y palestinos, y aún contra otros judíos. De uno de esos grupos terroristas paramilitares, el Irgún, proviene Menahem Beguin, que fue Primer ministro y ministro de Defensa de Israel por el recién formado partido Likud, en cuya ala derecha participa nuestro conocido Netanyahu. En fin, los que militaron en las facciones más extremas del sionismo, son los que hoy pregonan contra el “terrorismo“ palestino.
Tampoco quisiera ventilar que la famosa Declaración de Balfour, de 1917, que se esgrime como la aceptación de occidente a la instauración de un estado Judío en Palestina, es sólo una carta del secretario de Relaciones Exteriores británico al segundo barón de Rothschild, presionado por los sionistas de la época, en la que se afirmaba que en Palestina se podría constituir un hogar para el pueblo judío, pero que expresaba con claridad que lo anterior no debiera perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, que es a lo que se dedica precisamente el genocicio en curso.
Bastante de éstas y otras historias se exponen en la película Occupation 101, que recomendamos en el vínculo del costado.
A un artículo sobre la displicencia de Israel respecto de las resoluciones de la ONU | A la película Gaza lucha por la libertad, de Abby Martin. | A la película Occupation 101. |
De HOLOCAUSTO
en HOLOCAUSTO
La palabra holocausto viene del griego holos, que significa “completamente” y kaustos, que significa “quemado”. Es la traducción del ritual hebreo olah, el sacrificio e incineración completa de un animal que los antiguos israelitas hacían a Yahvé.
En tanto víctimas de la persecusión de la alemania nazi, holocausto es un término que expresa bien lo sucedido con los judíos, pero también lo expresa bien en lo que respecta al exterminio del pueblo palestino en manos del ejército israelí desde que Israel se asentó en la zona y que hoy parece estar alcanzando su punto culminante. Ahora sabemos que se puede ser víctima de un holocausto y, también, victimario de otro. Y del mismo modo que surgió la solidaridad con los judíos exterminados durante la 2ª Guerra Mundial, surge también, espontánea, la solidaridad con el pueblo palestino, así como el repudio a quienes de víctimas pasaron a verdugos, especialmente cuando se trata del horror de la muerte de civiles, mayoritariamente mujeres y niños, así como de la de periodistas y trabajadores de la salud.
A la película Nacido en Gaza**** |
Un CERRO de
MENTIRAS
Aunque tampoco sea el propósito central de este texto, no puedo dejar de mencionar que todo el sistema de robo de tierras y exterminio de la población palestina montado por los gobiernos de Israel no podría subsistir sin el apoyo del más poderoso de los imperios, el yanqui, y el soporte no sólo militar y económico, sino también político e ideológico con que lo recubre, aunque se resquebraje a veces como producto de una que otra barbaridad que consideren hiper extrema cometida por los sionistas de vez en cuando.
Sobre esta última parte del apoyo, el poder del lobby sionista en la política de Estados Unidos y la red de mentiras generadas para sostener el gran mito de presentar a los judíos (sí, a todos los judíos, dicen) como víctimas en un conflicto judío-palestino inexistente, trata la película Paz, propaganda y la tierra prometida, que vinculamos arriba.
A la película Paz, propaganda y la tierra prometida. |
Ya LLEGÓ
el INVIERNO
La llegada del invierno ha agravado la situación de los palestinos, especialmente de los sobrevivientes en Gaza: sin alimentos ni agua potable; sin energía eléctrica ni hogares; sin infraestructura de salud ni remedios; viviendo en carpas anegadas bajo la lluvia y sin servicios sanitarios; confundiendo el sonido de los truenos con los de los bombardeos; con la diarrea y enfermedades respiratorias convirtiéndose en un estado normal, y la hepatitis y otras enfermedades avanzando... Obligados a desplazarse en una diáspora interna viciosa y sin sentido, pero impidiéndoles salir de ese cerco que es Gaza, ese gigantezco campo de concentración que si no es el infierno en la tierra es difícil encontrarle nombre o adjetivo que lo pinte...
RESPETO
IRRESTRICTO
Chile es un país que acaba de conmemorar, no sin debates ni oscuras maniobras de toda especie, los 50 años de la instauración de una dictadura que a costa de reprimir, apresar, torturar, exiliar, asesinar y hacer desaparecer a sus opositores puso el tema de los derechos humanos en la mente de todos, al punto de que sólo es posible afirmar que se los respeta, con el ya inevitable agregado de lo irrestricto, de aquello que no tiene límite ni razones que lo limiten.
Tratándose de un país en el que un ejército de ocupación ha logrado en poco más de 100 días asesinar y hacer desaparecer a 10 veces lo alcanzado por la dictadura de Pinochet en 17 años, no deja de sorprender esta especie de abulia o falta de firmeza para tratar el tema de Palestina.
No hablo de una parálisis total, porque esfuerzos han habido, la mayoría loables, considerando sobre todo el contexto de reflujo y lenta recomposición de las luchas que estamos viviendo, pero no se ha logrado hacer cuajar el empeño en un objetivo, influenciados también por esta sensación de impotencia que crea el debatir y organizar campañas de ayuda mientras el genocidio no se detiene y más bien se acrecienta.
PAREMOS el GENOCIDIO,
ROMPAMOS con ISRAEL
Agreguemos que el gobierno que no nos representa se empantana en soluciones diplomáticas de dudoso fin, como la gran mayoría de los gobiernos; que buena parte de los gobiernos occidentales, especialmente los imperiales, o de pasado o intenciones imperiales, lisa y llanamente apoyan a Israel; que las gestiones en los tribunales internacionales pueden resultar vergonzosamente inútiles si llegan a tomar tomar más tiempo que el que toma el exterminio de todo un pueblo; que el propio gobierno de Israel hace caso omiso no sólo del desprecio internacional sino también de la oposición interna, tanto política como institucional a sus acciones.
Parece que no nos queda otra que comenzar a exigir, aquí y en la quebrada del ají, la ruptura de relaciones con el gobierno sionista de Israel, que hoy profundiza un genocidio del que antes los judíos fueron víctimas, repitiendo los argumentos deshumanizantes que antes esgrimieron en su contra.
Mientras la humanidad grite y patalee, sin tomar medidas políticas y administrativas que de veras lo aíslen, el sionismo seguirá bailando esta danza de la muerte en la que está empecinado hasta convertir a Gaza y Cisjordania en cenizas con las que esperan abonar más tarde sus sembrados.
Por estos pagos, aparte de imaginar que los pacos no tendrán Uzis para destrozar la cara de nadie, como hicieron con David Toro Córdoba al día siguiente de aprobarse la Ley Naín-Retamal; y capaz que falte uno u otro utensilio bélico en el control y represión a los mapuches, y protestas en general, no se me ocurre qué más podamos perder, que no sea complicidad.
(Parece que de esto es de lo que quería hablar).
A la película 5 cámaras rotas. | Al programa de radio La Comuna del 13.10.23 PALESTINA y el derecho a resistir con Ximena Soto. |
CortoCircuito Nº23 | CortoCircuito Nº33 | CortoCircuito Nº35 |
NOTAS
*Y ya sabemos cómo ha seguido: el día mismo en que se ordena prevenir el genocidio, 174 palestinos fueron asesinados y otros 310 quedaron heridos por ataques israelíes en Gaza. Netanyahu, por su parte, celebró que la Corte no haya ordenado el alto al fuego.
**Desde la primera de ellas, en 1947, Israel lleva más 76 años despreciando las resoluciones de diversos organismos de las Naciones Unidas referidas a su comportamiento respecto de los palestinos y su territorio. Algunas de ellas corresponden a tribunales internacionales. Queda perfectamente claro que Israel, gracias al apoyo de los Estados Unidos, actúa completamente al margen y hace caso omiso de la legalidad de la comunidad internacional.
***Y para hacerse otra idea, hasta antes del inicio del actual genocidio, el 60% de la población que habitaba en la Franja de Gaza eran palestinos que habían sido expulsados de sus casas en Cisjordania por colonos judíos con el apoyo del ejército israelí. Entre marzo y mayo de 2018 se produjeron manifestaciones llamadas la gran marcha del retorno en Gaza para exigir el derecho de los expulsados a volver a sus territorios, como muestra la película Gaza lucha por la libertad, y que terminaron en cientos de muertes y 10.000 heridos. En ella se muestra también que los ataques contra mujeres, niños, periodistas y personal médico no son casuales, sino una táctica del ejércitio israelí.
****Todas las películas publicadas en nuestro canal La Comuna y vinculadas acá son anteriores a los últimos ataques genocidas del gobierno de Israel, pero entregan antecedentes históricos que iluminan la situación actual con bastante claridad.
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