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Los 119 marchan nuevamente

ComuniCaos

Actualizado: 7 ene 2024


El sábado 22 de julio las 119 siluetas de los desaparecidos de la Operación Colombo, acompañados de sus familiares, compañeros y amigos, más de dos mil manifestantes, comparsas de canto y baile, grupos de teatro y otras manifestaciones artísticas, desafiando la lluvia que por momentos alcanzó fuerte intensidad, iniciaron un recorrido desde el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en calle Matucana hasta el Museo Nacional de Bellas Artes, en calle José Miguel de la Barra.


Fue una larga, extenuante, pero combativa jornada, llamada: Marcha y Pasacalle Popular, Memoria y Resistencia Junto a los 119.


Las fuerzas del imperio maquinaron desde un principio para derrocar al gobierno de la Unidad Popular y frenar el avance de obreros, pobladores, campesinos y estudiantes que amenazaban con ir cada vez un paso más allá, tanto en propuestas como en capacidad de organización y movilización. Si bien la reacción logró finalmente su propósito con el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, su triunfo y la aplicación del terror sobre la población no estuvieron exentos de dolores de cabeza, en especial porque se levantaron voces en contra de las violaciones a los derechos humanos en todo el mundo, pero también en las instituciones del Estado norteamericano, detalle especialmente sensible para un país dependiente situado en lo que se consideraba su patio trasero.


En octubre de 1974, por ejemplo, poco más de un año después del golpe, el Senado de Estados Unidos, gracias a una iniciativa del senador demócrata Ted Kennedy, rechazó asistencia militar a Chile por más de 20 millones de dólares.


En noviembre de 1974 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que llamaba a “restablecer los derechos humanos básicos y las libertades fundamentales en Chile”.


Un mes después se conocía el informe final de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA —elaborado tras una visita a Chile de un grupo de investigadores del organismo—, el cual constataba que el régimen militar había cometido “gravísimas violaciones de derechos humanos”.


En enero de 1975, se creó el Comité Church, con el fin de investigar las acciones encubiertas de la CIA durante las últimas décadas, entre ellas su papel en el golpe de Estado contra Salvador Allende.


Como si la represión desatada no fuera un requisito para acabar de raíz con las conquistas logradas por las fuerzas populares en décadas de lucha y para la implantación de medidas económicas que permitieran la recomposición del capitalismo en condiciones de regalía extrema, los “demócratas” del mundo se limitaban a exigir atenuar la represión y que ésta se canalizara en los marcos del “respeto a los derechos humanos”.


Pero la dictadura había priorizado por el terror desde sus inicios. Las ejecuciones sumarias, los campos de prisioneros, las detenciones arbitrarias, la tortura y las violaciones, pero sobre todo la desaparición de los detenidos eran sus principales herramientas para lograrlo.


Desapariciones que no se reducían sólo a la ejecución de prisioneros sin dar a conocer las circunstancias del crimen —las listas que conocemos hoy—, sino que se trataba de una práctica habitual de las detenciones, pues eran negadas al punto de que muchos presos de entonces pueden sostener hoy que estuvieron desaparecidos por tantos días, semanas o meses.


LA OPERACIÓN COLOMBO


La respuesta de la dictadura estuvo a cargo de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, y consistió en un montaje comunicacional que les permitiera endosar las desapariciones... ¡a los propios desaparecidos! Es lo que se conoció como la Operación Colombo, que se preparó mucho antes del célebre titular EXTERMINADOS como RATONES, pues comenzó a mediados de junio con noticias sobre los preparativos de supuestas guerrillas chilenas que se entrenaban en Argentina y que invadirían el territorio nacional para sembrar el terror entre la población.


La campaña fue organizada por Álvaro Puga Cappa (vecino de Providencia, muerto el 2015), ex analista de inteligencia de la DINA/CNI, miembro de la comisión política de Avanzada Nacional, editor del sitio web Despierta Chile, todos ellos vinculados a la DINA y la CNI*.


La campaña se intensificó el 11 de julio con la información de haberse encontrado en Pilar, al norte de Buenos Aires, dos cuerpos calcinados en un automóvil, con las identificaciones de Jaime Robotham y Luis Guendelman, integrantes del MIR, detenidos desaparecidos desde 1974. Y un lienzo que decía: “Dados de baja por el MIR. Brigada Negra”.


Días después apareció el cuerpo supuesto de Juan Carlos Perelman, también mirista, detenido en Santiago y desaparecido desde el 20 de febrero de 1975.


Los familiares de las supuestas víctimas viajaron a Argentina para encontrarse con que los cadáveres no correspondían a quienes se mencionaba y que la documentación que los acompañaba era falsa. Pero eso no detuvo a la mentira:


16 de julio:

  • La Tercera: «Matanza entre miristas deja al descubierto burda maniobra contra Chile».

  • Las Últimas Noticias: «Sangrienta "vendetta" interna hay en el MIR».


18 de julio:

  • La Segunda: «Feroz pugna entre marxistas chilenos».


23 de julio:

  • El Mercurio: «Identificados 60 miristas asesinados», con el epígrafe «Ejecutados por sus propios camaradas».

  • La Tercera, portada: «El MIR ha asesinado a 60 de sus hombres».

  • Las Últimas Noticias: «Sangrienta pugna del MIR en el exterior».

24 de julio:

  • La Segunda, y su célebre e infame titular de portada: «EXTERMINADOS COMO RATONES», con el epígrafe «59 miristas chilenos caen en operativo militar en Argentina».


MENTIRA

DE PATAS CORTAS


No obstante la inexistencia de medios de comunicación que no fueran los serviles a la dictadura, el montaje cayó por su propio peso:


La información original provendría de las revistas Novo O’Día, de Brasil, que el 25 de junio habría informado de la muerte de 59 miristas en “enfrentamientos con fuerzas del gobierno argentino en Salta” y de LEA, de Bs. As. que informaba sobre 60 extremistas asesinados por sus propios compañeros. Entre ambas completaban la lista de los 119.


Pero las revistas O’Día y LEA eran desconocidas con anterioridad y sólo registraban una edición a su haber: la que informaba esta mentira. O’Día, incluso, aparecía con una dirección falsa.


Además, las listas suministradas estaban integradas por personas desaparecidas en el curso de sus detenciones, cuyos familiares habían presentado recursos de amparo con anterioridad.


Aparte de los tres intentos frustrados, no había cuerpos que permitieran validar la historia.


Los principales países involucrados en el relato comenzaron a desmentir la existencia de enfrentamientos armados contra los supuestos guerrilleros.


No obstante lo anterior, y que los representantes de la dictadura siguieran con la cantinela de que los desaparecidos habían sido víctimas de rencillas internas, quedo claro para la comunidad nacional e internacional que se trató de un montaje para eludir su propia responsabilidad en los crímenes: un tiro por la culata.


AQUÍ y

AHORA


La cosa es que hoy, 48 años después, el Museo Nacional de Bellas Artes pidió unas siluetas de los 119 que se guardaban en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, para la exposición Acontecer 50 años. Colección MNBA-colectivos de memoria a inaugurarse el próximo 19 de octubre. Las siluetas habían sido elaboradas el 2005 por José Rodríguez*.


La idea de aprovechar la petición para hacer este homenaje cayó como un grato peso pesado sobre los hombros del Centro Cultural 119 esperanzas y el Colectivo 119 Familiares y Compañeros y de quienes pudieron apañar con su esfuerzo.


En ComuniCAOS invitamos a Roberto D’Orival Briceño, hermano de Jorge, uno de los 119 para conversar del caso y de la acción. Fue el episodio del 8 de julio de Agujas en el Pajar, de Radio La Comuna, episodio al que llamamos Los 119 y otros dolores y que pueden escuchar en el vínculo de más abajo.


Pero el primer paso fue empezar a restaurar y retocar las siluetas, para lo que se consiguió un taller y se armó un equipo de artistas plásticos dispuestos a poner lo suyo. El taller y varias de las colaboradoras salieron de los territorios aledaños al pasaje Navarrete. Un video con ese trabajo quedó alojado en nuestro Canal La Comuna:


Una vez listas, las siluetas se expusieron en la calle, previas a su traslado al Museo de la Memoria y los DD.HH., desde donde partirían su recorrido el sábado 22 de julio desde las 9:00 horas. El video con la muestra de todas las siluetas está acá:


RECORRIDO


El recorrido fue también un homenaje a muchos hitos de nuestra historia y estuvo acompañado de muchas acciones de arte:


comenzó el sábado a las 9:00 en el Museo de la Memoria y los DD.HH. con acciones de danza y teatro; a las10:45 pasó por el Comité Pro-Paz para realizar un homenaje a la madres fundadoras a cargo del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo; a las 12:00, en la Plaza de la Constitución, el Museo del Estallido homenajeó a todas las víctimas de violaciones a los DD.HH.; a las 12:30, pasó por el Liceo 1 Javiera Carrera, en un homenaje a las secundarias y cuerpo docente del Liceo desaparecidas y ejecutadas; a las 13:30, en el Puente Padre Hurtado, frente a los murales se realizó un homenaje a los 119 y a los muertos del Río Mapocho con ofrendas florales y bailes; a las 14:30, en la Plaza de Armas frente a Vicaría de la Solidaridad: baile de la Cueca Sola; para terminar, entre 16 y16:30 en el Museo Nacional de Bellas Artes con danza de la Compañía Movimiento y Coro de Voces de la Rebeldía, y la entrada de las siluetas, nombradas al son de una campana, para ser ubicadas en el interior del Museo.


El domingo continuó frente y al interior del Museo Nacional de Bellas Artes. Entre 10:30 y 18, junto al quiosco conmemorativo, el Colectivo Ser&Gráfica imprimió afiches para regalar a los asistentes; entre las 11 y las 13, se realizó un conversatorio (vínculo abajo): El rol de la prensa en los montajes a lo largo de la historia de Chile: Una mirada crítica desde la ética y la responsabilidad periodística; entre15 y 16, padrinos y madrinas + Voces del presente (performistas) comentaron la memoria de cada figura, y entre 16:30 y 18 fue la despedida de las siluetas con velas en el frontis del Museo .


Finalmente, dejamos abajo una serie de vínculos a álbumes de fotografías de la marcha y pasacalle para que los que no pudieron asistir puedan juzgar la intensidad de la misma, así como su masividad y cercanía al corazón de cada cual:


Al Albun de fotos de Cooperativa.cl


A Galeria de fotos de Radio JGM


A las fotos de Constantino Racordón


A las fotos de Marucela Ramírez


Siluetas acompañadas


Agujas en el Pajar: Los 119 y otros dolores


Al Video: Preparando las siluetas


Al Video: Listas las siluetas


Al Video: Conversatorio en el museo


Al Video: Invitación y Programa


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