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Homenaje al Che (1986)

Agrupación de Plásticos Jóvenes

Actualizado: 7 ene 2024


La Agrupación de Plásticos Jóvenes, APJ, se originó a fines de la década de los 70 en el marco de diversas iniciativas estudiantiles en las escuelas de Arte de las universidades de Santiago para recomponer sus organizaciones y reanudar las actividades asfixiadas por las restricciones impuestas por la dictadura, especialmente aquellas de índole reflexiva y creativa.


A lo largo de su historia, alimentada por el ingreso y salida de decenas de integrantes, que incluyó también en la epoca de auge de las luchas antidictatoriales de mediados de la década de los 80 a autodidactas de muy diversos orígenes y trayectorias, la APJ desarrolló siempre actividades vinculadas a las organizaciones sociales y políticas en lucha.


Sindicatos, pobladores, estudiantes y organizaciones de derechos humanos fueron quienes más se beneficiaron de sus actividades, que abarcaron talleres, monitorías, escenografías, murales, diseño de afiches, panfletos, carteles, publicaciones y gráficas de todo tipo, acciones de arte y manifestaciones interdisciplinarias.


Además de su participación en otras instancias e iniciativas, la APJ desempeñó también un papel activo en el Coordinador Cultural, primero, y en el Coordinador de Gremios del Arte, luego, organizaciones que agruparan en esa época a los artistas y trabajadores de la cultura.


La APJ existió hasta mediados de 1987.


(Con leves variaciones, el texto que sigue

ha sido tomado de la página Archivo APJ)


No hay un registro exacto del año en que la Agrupación de Plásticos Jóvenes realizó este trabajo, pero muy probablemente fue en la segunda mitad del año 86. Es parte de un proyecto de intervención entre miembros del colectivo, que consistió en que cada uno aportaba una imagen para ser fotocopiada y repartida entre los otros miembros, a condición de que fuera intervenida por quienes la recibían. Se entregaron cerca de 40 originales y cada uno debía intervenir, a lo menos, los 39 restantes, ofrecidos por los otros miembros. Las únicas restricciones de los originales era que fuesen en blanco y negro y en tamaño oficio para posibilitar las copias. La única restricción de las intervenciones, por su parte, era que no excedieran el tamaño del original.


Aunque nunca pudo realizarse, la idea era que al terminar el proceso, se armarían 40 libros, de 40 páginas cada uno, completamente diferentes entre sí. Un buen ejemplo del uso de la fotocopia como soporte de intervenciones colectivas.


Era un asunto interno, no prioritario, y que se tomaba su tiempo, pero terriblemente entretenido. En cada reunión aparecía alguno con una o más copias intervenidas. Esta imagen del Che fue aportada por Janet Toro y, de las conservadas, es una de las más intervenidas, totalizando más de las 18 variaciones que acá se muestran. No está claro que pasó con el resto. Las que acá mostramos se salvaron a causa de una "maldad" de un grupito especialmente irreverente de miembros de la APJ. Los hechos son los siguientes:


Un sector de miembros del Coordinador Cultural organizó un acto para conmemorar el "Día de la Raza", el 12 de octubre de 1986, en la Sociedad de Escritores de Chile, SECh, de calle Almirante Simpson, donde todavía funciona. A la mayoría de los miembros de la APJ le parecía de lo más fome, si es que no derechamente penca, celebrar el día del "descubrimiento" y no estaban nadita de motivados. Para más remate, y como solía pasar por esos años, pidieron que la escenografía fuera hecha por la APJ, que no atinaba en cómo resolver el pedido, hasta que algún rufián (hay un claro parcito de sospechosos entre los más irreverentes) recordó esta parte del trabajo y se juntó un grupo a intervenir los chés para lograr un buen lote.


El día mismo, llegaron un poco tarde, pero nadie se extrañó porque la APJ solía hacer las escenografías durante el desarrollo de los actos, así que los conductores anunciaron (ta ta ta tán) que venían los muchachos de la APJ, los que empezaron a colgar tiras verticales que traían preparadas hasta llenar el vano de una arcada donde estaba el escenario.


Parte del público debe haber empezado a poner cara de no entender esta incongruencia de fechas e iconografías, asunto que motivó que los conductores se dieran vuelta y, claro, se incomodaran un resto... Pero nadie iba a ponerse a sacar al Che Guevara por muy Día de la Raza que fuera, así que ahí quedaron hasta que terminó el acto y se recogieron algunas.


Por mucha razón que tuvieran, visto a la distancia, bien pesado y poco diplomático de su parte parece hoy el asunto. Pero, en fin, fue lo que nació en el momento y lo que las circunstancias motivaron. De algún modo necesitaban mostrar su descontento por este tipo de iniciativas, y entre callar, entrar a una discusión que pudiera acalorarse o usar la propia gráfica para evidenciar la crítica, la última opción pareció la más atinada. El trabajo, por lo demás, gustaba bastante, es un agrado haberlo conservado y mucho más poder mostrarlo ahora, aún con las huellas del masking tape que delata su procedencia.


A Archivo APJ con más material sobre las actividades de la agrupación.


Descargar libro Resistencia Gráfica Dictadura en Chile


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